Parque Patricios. Grupos para combatir los malos hábitos alimenticios

LR.-En  Parque Patricios se ha formado grupos de autoayuda dirigidos por profesionales que, a instancias de padres y maestros entablan una dura pelea contra la anorexia y la bulimia.-

Fomentados en gran parte por los medios de comunicación y la promoción de «modelitos» de cuerpos irreales, estas enfermedades pasan a ser un tema de cuidado para las mujeres, especialmente las adolescentes, por ser las más vulnerables e influíbles en cuanto a belleza estética se refiere

De los transtornos provocados por una alimentación deficiente lñas  dos enfermedades que se creen producto de la intensidad de la vida moderna aunque en realidad son viejas conocidas de la medicina: la anorexia y la bulimia, ambas tan peligrosas que pueden llevar a la muerte de quienes las padecen.

Tanto una como la otra parecen reservadas al sexo femenino -jóvenes de entre 25 y 30 años- que por diversas razones (autoexigencia, inseguridad y temores propios de la pérdida definitiva de una etapa) suelen extremarse en dietas absurdas ya que no registran exceso de peso.

La anorexia se caracteriza por pérdida forzada del apetito y sus características más difundidas son la pérdida del sentido de realidad (los anoréxicos se ven deformes frente al espejo, absolutamente desproporcionados y fuerzan métodos de adelgazamiento mediante la ingestión de poco o ningún alimento, lo que apareja cambios de carácter, pérdida de pélo, piedl seca, edemas, hipotensión, alteraciones menstruales y otras complicaciones que suelen derivar, si no son tratadas a tiempo, en dramas sin retorno.

La bulimia, en cambio, es la ingesta desproporcionada de todo tipo de alimentos y el consiguiente arrepentimiento. El bulímico siente la culpa y entonces induce al vómito, consume laxantes, diuréticos o adelgazantes anfetamínicos. Aunque no registra cambios corporales significativos, trata de evitar el aumento de peso, pero el desarreglo acarrea debilidad por falta de potasio, arritmias, desórdenes digestivos, hemorragias digestivas y otros.

Las diferencias marcadas entre los que padecen de anorexia y los de bulimia es que los primeros niegan sufrir el problema, lo encapsulan y continúan alimentándose cada vez más precariamente. Los segundos no evaden la realidad, pero tienen terror a no poder contener sus impulsos de comer más.

En ambos casos, la detección precoz de estas enfermedades facilitará el restablecimiento mediante la acción coordinada de médicos endocrinólogos, nutricionistas,  psicólogos y hasta ex-pacientes que, mediante grupos de autoyuda, acercan su experiencia para que el flagelo de la época entre las jovencitas termine por desvanecerse.

 

 


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