En Octubre, finaliza en Barracas el concurso de iluminación

Basilica Sgdo Corazon BarracasInforme p/LR.- Se trata del diseño de iluminación de la Basílica del Sagrado Corazón, patrimonio cultural e histórico de la Ciudad, cuya belleza arquitectónica debe verse realzada por una iluminación adecuada.

Ese es el motivo de esta convocatoria abierta  que es un importante desafío y a la vez una excelente oportunidad para que los profesionales entendidos en la materia pongan en ello lo mejor de su conocimiento. La obra lo vale ya que va a ser vista y admirada por vecinos de toda la ciudad.

De estilo románico con rosetones vidriados, el edificio se encuentra en la Av. Vélez Sarsfield e Iriarte.

Según Miguel Cabrera, su historiador «hacia fines del siglo XIX, los terrenos ubicados al Oeste del barrio de Barracas pertenecían a la familia Pereyra Iraola. Allí comenzó a levantarse en 1904 una construcción, que cumplía con el deseo de Don Leonardo Pereyra de «construir en sus tierras una capilla dedicada al Sagrado Corazón de Jesús».

Él falleció sin concretarlo, fueron su viuda doña Antonia Iraola y sus seis hijos quienes cumplieron con ese sueño en su memoria.
Rodeaban aquel paraje terrenos ocupados por alfalfares y cina-cina, y sectores de bañados, dando así razón al nombre de «barrio de las ranas». Al Este, detrás de la antigua estación «Barracas» (hoy Aristóbulo del Valle) del ferrocarril del Sud, existía un pequeño núcleo urbano denominado «Los Olivos»(actuales calles Río Cuarto, Osvaldo Cruz y Melgar).
Terminada la forestación Don Leonardo Pereyra trasladó el dominio a la Municipalidad porteña, la que lo bautizó como Parque Leonardo Pereyra. Concluida la construcción de la Basílica, del convento, del colegio y del parque, la zona comenzó poco a poco a poblarse.

La piedra fundamental de la nueva iglesia fue bendecida el 10 de junio de 1904, y de inmediato comenzaron los trabajos que incluyeron la residencia adyacente, de dos grandes patios con claustros de órdenes clásicos superpuestos, y el edificio para la escuela y dependencias.

Guillermo Wheeler y el Ingeniero Civil Romulo Ayerza son los autores de los planos de la construccion que en 1905 comenzó a construirse. El obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Gregorio Ignacio Romero consagró el templo el 16 de agosto de 1908. El colegio se inauguró ese mismo año y fue confiada a los sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús de Betharan, padres bayonenses.

En 2008 fue declarada por el Congreso de la Nación como bien de interés histórico-artístico nacional.

Todos los años, el segundo sábado de junio, se realiza una peregrinación en conmemoración al Sagrado Corazón de Jesús, desde la Catedral Metropolitana

El Papa Pío X, con un documento especial fechado el 22 de noviembre de ese año agregó esta Iglesia a la «Basílica Patriarcal de San Pedro» en Roma.

El Papa Pío XII la declaró una de las primeras Basílicas Menores el 24 de mayo de 1939.

La primera restauración tiene lugar entre 1958 y 1968, a cargo de los ingenieros Juan Carlos Delpini y Arturo Bignoli. En esa ocasión fue adecuada interiormente a las modificaciones litúrgicas instituida por el Concilio Vaticano II.

Pocos años después, en 1976, los restos del matrimonio Pereyra Iraola, junto con los de sus hijos y familia directa, fueron trasladados a la cripta de la Basílica, donde hoy descansan.

Todo lo edificado en la Basílica, como la Casa Parroquial y el Colegio, está construido con ladrillos y perfiles de hierro estructurales. La misma está rodeada por jardines que ocupan una superficie de 3.860 m2

Los altares, que fueron construídos por la empresa Darquier de la ciudad de Caen en 1907, con los materiales de las canteras de Angulem.

En ese edificio funciona además la escuela apostólica de aspirantes al sacerdocio y hasta el 2010 funcionó la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina.

En la madera de roble de muchos de los 165 bancos todavía se puede ver el número asignado por el carpintero que 1908 los envió, desarmados, desde Francia. La mano de los artistas franceses también está en las imágenes religiosas, en los magníficos rosetones de 8,50 metros de diámetro, y en los 34 vitrales con imagineria que iluminana el altar de mármol blanco.

La fachada principal luce una enorme roseta vitrada y se encuentra coronada por un Cristo de bronce.

Otra notable roseta se encuentra sobre la fachada que mira a la calle Iriarte. Es uno de los edificios más vistosos e importantes del barrio, y digno de ser conocido por los porteños. Su interior tiene forma de cruz latina y sobre su lateral izquierdo se levanta la única torre, de cuatro pisos de altura.

Organos

La basílica tiene el raro privilegio, solo compartido por la catedral metropolitana, de contar con dos órganos: uno, el principal, un Mutin-Cavaillé-Coll op 901, fabricado en 1906, instalado en el coro alto al fondo del templo, y el otro, menor, ubicado en el presbiterio, a la izquierda del altar mayor.
El órgano mayor presenta la particularidad de no haber sido terminado en su proyecto original. El tercer manual nunca fue montado a pesar de que la consola está preparada para recibir los tiradores y mecanismos necesarios para que el mismo sea agregado. Hoy en día es muy dificil definir con exactitud las verdaderas razones que provocaron que la gente encargada de instalar este órgano no finalizaran el instrumento originalmente proyectado. El manual del «recit» y algunos registros del pedal jamás fueron montados. No se encuentra documentación acerca de estos hechos como para poder descubrir lo que realmente ocurrió.

Se escuchan muchas versiones distintas sobre esta historia cuando se habla con varias personas relacionadas con esta Iglesia y con el órgano. Algunas personas hablan acerca del hundimiento del barco que transportaba desde Francia los componentes para la finalización del órgano. Otra versión habla acerca del enojo del arquitecto que construyó el templo cuando se enteró que el órgano iba a tapar el rosetón del frente del edificio (el cual es verdaderamente bello) y que debido a esto el instrumento no se montó en la forma prevista. El órgano está dividido en 2 secciones. La parte norte es la que contiene verdaderamente los tubos del órgano. La parte sur es solamente una fachada a efectos de guardar la simetría arquitectónica pero detrás de las misma no hay tubos ni ningún otro componente del órgano.

Este instrumento jamás fue modificado desde su construcción. Todos sus registros originales continúan funcionando y mantienen la particular belleza que su constructor supo darle. Es uno de los más hermosos instrumentos de su género que se pueden escuchar en Buenos Aires.

Por su parte el órgano menor, que fue restaurado en diciembre de 2011, fue instalado por el afamado organero Alberto Mateo Poggi en 1907. Poggi había nacido en Génova en 1855 y murió en Buenos Aires en 1935, luego de una amplia y exitosa actividad en el arte de su especialidad.

Según me explicó el maestro Rafael Ferreyra, este órgano posee un teclado manual y pedalera de 27 notas, del tipo alemán, paralelo. El sistema de accionamiento es el clásico de aquel tiempo: el neumático tubular.

Instrumentos como éste, afirma Ferreyra, han adquirido una importancia notable en los países desarrollados, donde el auge y la construcción de modelos neobarrocos, sobre todo en la década del 1960-1970, hizo que estos instrumentos tardo románticos, casi desaparecieran y hoy son considerados instrumentos de colección.

No encontré datos ciertos pero probablemente fue construído por la firma Rudolph Ibach de Alemania, de la cual Poggi era representante en Buenos Aires.

Reloj

También fueron traídos desde Francia el reloj de la torre y sus mecanismos construidos por la firma Chateau Freres y Cia., diversos candelabros de bronce, custodias y vasos sagrados.»

Estos detalles agregan un incentivo más a los profesionales que se ocuparán de su iluminación, además de ser un importante detalle de conocimiento para todo los ciudadanos.

Cabe agregar que estos datos también figuran en la guía turística de iglesias.

Más que merecido ser considerada «Patrimonio cultural e histórico de la Ciudad»

DEL CERTAMEN

A la vanguardia de una tendencia mundial, el concurso busca renovar la Basílica de Barracas mediante diseño de iluminación llamando a arquitectos, ingenieros y diseñadores a participar de la convocatoria.»

La propuesta se enmarca dentro de un plan de revitalización del sur de la Ciudad, tomando puntualmente a Barracas en el Distrito de Diseño como un centro de diálogo entre la tradición del barrio y el diseño de profesionales emergentes.

Para participar del concurso, se deben ingresar los datos en www.buenos aires.gob.ar/diseño barracas antes del 2 de octubre de 2015 y descargar las bases y condiciones de esa misma página web.

Acerca de la presentación de propuestas
Las propuestas a presentar deben abarcar el cuerpo principal exterior de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús como foco referencial y su predio circundante como extensión máxima de intervención.
El jurado estará integrado por Eli Sirlin, titular de la materia Diseño de Iluminación en FADU (UBA) y en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), Julio Oropel, integrante de la Comisión Directiva de Diseñadores de Interiores Argentinos Asociados (DARA), Gonzalo Fargas, Director de la Revista 90+10, el Padre Sebastián Alfonso García, Cura Párroco de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús y Laura Salles, Coordinadora General del Distrito de Diseño y Centro Metropolitano de Diseño.

Se reciben propuestas y consultas en intervencionedd@buenos aires.gob.ar

 


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